La ‘Asociación Histórico Cultural La Gesta del 25 de Julio de 1797’ lleva al RCNT la histórica batalla contra los británicos




TENERIFE | El puerto deportivo del Real Club Náutico de Tenerife (RCNT) fue el escenario en que se recreó este pasado miércoles el ataque naval en 1797 de los británicos a Santa Cruz de Tenerife, al mando del Contralmirante Horacio Nelson.

Fue fundamental el apoyo y entusiasmo que desde el primer momento ofreció la Asociación La Gesta del 25 de Julio de 1797, en especial su presidente D. Andrés Méndez Hanley, su relatora histórica y vicepresidenta Dña. María Gorostiza Barrera, su secretario D. Eusebio Muñoz Gutiérrez, así como D. Cristóbal Amador Pérez y D. Gregorio Barrios Rodríguez, entre otros.

La flota naval de los ingleses estuvo representada por la insigne e histórica embarcación El Halcón, propiedad del Club Náutico, que fue comandada en esta ocasión por el Comodoro del RCNT D. Pedro González Acosta, acompañado de la regatista Dña. Irene Hernández Cebrián; así como la lancha de desembarco, cuyos marineros remeros fueron varios jóvenes deportistas de la sección de Náutica del club. Todos ellos estuvieron presentes, junto a los soldados y milicianos de la Gesta, en la refriega e intercambio de disparos de mosquetes y cañones tanto de tierra como desde las embarcaciones.

A lo largo de este mes de octubre, las instalaciones del RCNT han acogido diversos actos en honor a una fecha tan marcada de nuestra historia.

Así, acogimos las conferencias de dos destacados miembros de la Tertulia de Amigos del 25 de Julio: ‘La participación popular en la gesta’, de D. Emilio Abad Ripoll y ‘Movimientos de la escuadra británica. Antecedentes marítimos’ de D. Luis García Rebollo.

Otras actividades organizadas fueron las exposiciones temporales ‘Entre el fuerte de San Miguel y el castillo de Paso Alto’ de D. Carlos Pallés Darias - miembro también de la Tertulia - y ‘La gesta, entre objetos e imágenes’ con objetos e imágenes generosamente cedidos por el Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias situado en el Fuerte de Almeyda.

 

En la recreación y posterior banquete del miércoles estuvieron presentes - además de los citados miembros de la Tertulia y de la Asociación La Gesta - el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, D. José Manuel Bermúdez Esparza, el presidente de la Autoridad Portuaria, D. Pedro Suárez López de Vergara, el director coronel del Centro Deportivo Socio Cultural Militar de Paso Alto D. Luis Rubio Zeitler, el director coronel del museo de Almeyda D. Santiago Conde de Arjona,  y el director de la Banda Municipal de Santa Cruz D. Juan Antonio Domínguez Martín. Todos ellos fueron agasajados y acompañados por el Presidente de la Junta Directiva del RCNT D. José Manuel Conejo de la Roca, así como por el responsable de la Comisión de Cultura y Fiestas D. Carlos Tabares de Nava y otros miembros de la Junta.

 

La Asociación La Gesta del 25 de Julio deleitó a los presentes con la recreación de unos hechos históricos que marcaron el devenir de las Islas Canarias, que eludieron evitar caer bajo el dominio británico, mientras que la banda municipal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife interpretó diferentes piezas musicales para contextualizar los enfrentamientos que tuvieron lugar desde que, en la madrugada del 22 de julio, ocho buques británicos se situaran frente a la costa de Santa Cruz de Tenerife con una fuerza de desembarco de unos 900 hombres.

 

Al cargo de la defensa de la ciudad estaba un ‘viejo conocido’ de los ingleses; el General D. Antonio Gutiérrez de Otero, gobernador y Comandante General del archipiélago, con una amplia experiencia militar. No en vano había logrado expulsar anteriormente a los británicos de la Gran Malvina en 1770 y de la isla de Menorca en 1782.

 

La ‘Recreación de La Gesta’ recoge ese primer momento del desembarco británico en el que el enemigo coloca las escaleras para subir al muelle y tomar posiciones, y cómo estos fueron descubiertos por una campesina de San Andrés que se dirigía hacia Santa Cruz que dio la voz de alarma que activó el fuego de cañones del Castillo de Paso Alto y del Fuerte de San Miguel (en el solar que ocupa actualmente el RCNT), que hizo perder el factor sorpresa y hacer retroceder a los británicos para resguardarse en el Ramonal (altos de Valleseco), empezando el intercambio de disparos de mosquetes y fuego de artillería.

 

Las crónicas describen cómo el General Gutiérrez contó con las fuerzas del batallón de infantería de Canarias compuesto por 247 veteranos y los artilleros al pie de los cañones de castillos y baluartes para repeler la invasión extranjera. Y cómo gracias a las oportunas previsiones de D. Francisco Grandy Giraud, ‘El Tigre’, uno de los cañones de la defensa, alcanzó - según la leyenda - con uno de sus proyectiles a la embarcación del Contralmirante Nelson, que perdió su brazo derecho, amputado a la altura del codo, mientras que otro disparo terminó con la vida del teniente Bowen.

La batalla a partir de ahí se fue decantando del lado canario también gracias a las valerosas y sobresalientes acciones de militares como el Comandante del Batallón de Infantería de Canarias D. Juan Creagh, el teniente coronel D. Antonio Eduardo Wadding, el primer teniente D. Santiago Madan, etc…

Tras varios sucesos de desinformación y confusión, que a punto estuvieron de conseguir la rendición española, y gracias a las decisivas iniciativas y airadas declaraciones del teniente D. Vicente Siera Cases y quizás también del polémico coronel D. Luis Marqueli Bontempo, segundo por antigüedad en la cadena de mando, se consiguió aclarar la verdadera situación de clara ventaja y negociar la rendición foránea, cuya capitulación firmaron Gutiérrez y el capitán inglés Samuel Hood por el lado de los vencidos, el 25 de julio de ese año 1797.