Aday Bermúdez: "Vamos camino de la normalidad"




Aday Bermúdez lleva más de una década recibiendo a los socios del RCNT y narra su experiencia ante la crisis generada por la COVID-19

Aday Bermúdez acumula más de una década regalando sonrisas a todos los que se acercan hasta la puerta del Real Club Náutico de Tenerife (RCNT). Este joven de 33 años, residente en María Jiménez, lleva casi la mitad de su vida desempeñando su labor profesional en el día a día con los socios.

La crisis sanitaria originada por la pandemia de la COVID-19 originó un cambio en todos. “Fue algo nuevo y diferente para todos. Tanto para los socios como para los empleados. Hubo que adoptar distintos protocolos y medidas de seguridad. Estábamos acostumbrados a una convivencia diaria y, de buenas a primeras, el club se quedó vacío y fue algo absolutamente desolador”, reconoce.

Admite que, durante los primeros días, “uno no era consciente de lo que pasaba. Era una situación nueva. Las calles estaban desiertas. Todo estaba cerrado. Por una parte, estaba tranquilo y agradecido porque estaba trabajando y no en un ERTE, pero lo peor que llevaba era la incertidumbre de estar expuesto en los trayectos. Ahora ya sabemos más cosas sobre cómo es la enfermedad, pero al principio parecía que iba a resultar algo muy complicado de parar”.

Bermúdez relata que lo mejor fue la camaradería que se respiró en aquellos primeros días. “Los compañeros arrimamos el hombro y vinimos a trabajar. Cambiamos puestos de trabajo para hacer labores que no eran las que desarrollamos habitualmente. La gente que trabaja en las oficinas lo hicieron telemáticamente. Todos sumamos y aportamos para que todo volviese a estar como antes en el menor margen de tiempo posible. Es normal porque, al final, convivimos más aquí entre los compañeros que en casa con nuestras familias”.

La historia de este portero del RCNT empezó hace 13 años “cuando comencé a trabajar en el vestidor de caballeros, con apenas 20 años, luego he pasado por la Biblioteca, mantenimiento y la puerta, que es mi ubicación actual”.

Indica que, en líneas generales, “la gente está muy comedida y han venido bastante concienciados después del confinamiento domiciliario. No es fácil, pero el balance es muy positivo. Supongo que vamos a tener un verano distinto porque en la sociedad se han adoptado varios protocolos y es una situación nueva aunque, afortunadamente, vamos camino de la normalidad”.

Los mayores cambios, a juicio de Bermúdez, “han sido los temas de aforo, mantener la distancia de seguridad, evitar aglomeraciones. Hay que hacer rondas y vigilar para que todo el mundo cumpla las normas. En ese sentido, es más entretenido que antes porque no estás únicamente en la puerta. A veces se agradece un poco de ajetreo”, relata animado.