Frontón

Miriam Aranaz y Lucía Pérez vuelven con sabor agridulce tras su plata en la Copa del Mundo de Frontón de 30 metros




Las deportistas nautas dan a España el subcampeonato y mejoran el cuarto puesto cosechado en el anterior certamen

Miriam Aranaz y Lucía Pérez se proclamaron subcampeonas mundiales en frontón de 30 metros. Las deportistas nautas cuajaron una destacada actuación en el torneo celebrado en Valencia y solo cedieron en la final ante México. Mejoran el cuarto puesto del combinado nacional del anterior certamen, pero ambas admiten que vuelven con un sabor agridulce por no haber podido ganar el oro.

Aranaz confiesa que, en el plano personal “fue un fracaso” y explica que esto obedece a que cuando “consigues una plata en una competición de este tipo por vez primera sí que es un éxito, pero cuando ya tienes una colección de medallas tras cada Copa del Mundo te sabe a poco. Lo que mueve a toda deportista, generalmente, es la competición y querer llegar siempre a lo más alto del podio. Por eso, aunque realmente fue un éxito mejorar la cuarta plaza de la Copa del Mundo anterior, tengo aún una sensación bastante agridulce”.

Su compañera Lucía Pérez coincide con este criterio y manifiesta que su motivación “era llegar a lo más alto, ya que veníamos de ganar el Campeonato de Europa. El equipo estaba mentalizado para luchar por el oro. Sabíamos que, al tratarse de una competición internacional de máximo nivel, viviríamos momentos complicados en todos los partidos y lo cierto es que supimos solventarlos casi siempre de forma exitosa. La final no nos salió como nos hubiese gustado, pero nos sirve para aprender y mejorar de cara al Mundial que se celebrará en Biarritz en 2022”.

Aranaz se autodefine como “una deportista competitiva con ganas de jugar siempre al más alto nivel”. Por esa razón, “participar nuevamente con la selección en un campeonato de estas características siempre es una oportunidad que hay que saber aprovechar. Personalmente, supone todo un privilegio ir con el combinado nacional a un torneo de este nivel y representado a mi país”.

Pérez recuerda que en la final ante México “empezamos el primer set con muchos fallos. Intentamos jugar rápido, pero la pelota no iba dónde nosotras queríamos y las mexicanas estaban muy cómodas. Sabíamos que para ganar a las aztecas teníamos que hacer un partido casi perfecto y quizá eso también nos pesó mucho mentalmente”.

Miriam Aranaz también hizo autocrítica y resalta que “si quieres ganar el oro en la Copa del Mundo, hay que desplegar un nivel muy alto. Ninguna de las tres jugadoras que tomamos parte en la final del campeonato supimos hacerlo. Soy capaz de jugar muchísimo más de lo que hice en el último partido con México. En ningún momento me sentí cómoda y quizá en el futuro, si queremos llegar más lejos, tendré que desplegar un juego más efectivo. El seleccionador decidió que María Rodríguez sustituyese a Lucía Pérez porque consideró que era la mejor opción para intentar que las cosas cambiasen. Yo me limito a hacerlo lo mejor que puedo dentro de la pista en cada momento, independientemente de quien sea mi compañera”.

Pérez agregó que cuando el seleccionador decidió relevarla por María Rodríguez “me sentí frustrada porque sabía que podía dar mucho más de lo que me estaba saliendo en la final. Con la nueva normativa del frontenis olímpico, el seleccionador tiene la posibilidad de hacer un cambio y decidió usar esta opción para intentar buscar un juego diferente. Somos un equipo de cuatro jugadoras y, al final, todas tienen que estar preparadas para jugar. Ahora, simplemente, hay que corregir lo que no nos salió como queríamos y, de esta forma, estaremos mejor preparadas para las próximas competiciones”.

Aranaz considera que, lo mejor en estos momentos, “es descansar y pensar las cosas con calma, ir viendo el día a día y pasar lo que se pueda ir presentando para solventar cada obstáculo que se nos ponga en el camino. Nunca me ha gustado mirar a muy largo plazo y menos ahora que acabamos de terminar un campeonato para el que tuvimos una preparación tan exigente. Cuando se vayan acercando los posibles objetivos, ya se irá viendo lo que queremos hacer durante la temporada”.

Lucía Pérez, por último, concluye recordando que “he conseguido grandes cosas junto a Miriam Aranaz. Llevo tres años formando pareja con ella. Nos compenetramos muy bien y somos capaces de adaptarnos a los puntos fuertes de la otra. De esa forma, sacamos el mayor rendimiento posible a nuestro dúo. Me encantaría seguir jugando junto a ella y quizá tengamos otra vez la oportunidad de volver a luchar por una medalla de oro mundial”, dijo esperanzada.